viernes, 22 de octubre de 2010

Estimados "entendidos" de política

Quiero hablar de una fuerza salvadora, una energía cuyo fin es construir un lugar mejor, un poder que dicen mueve al país y cuya misión es servir a quienes lo habitan, quiero hablar de política…No, mejor hablar de lo genera en mí todo lo que dice la gente sobre la política, porque todos tienen algo que decir al respecto y si no igual lo dicen; opiniones abaladas, a veces en historias familiares, otras en experiencias novelizadas y si no siempre se puede contar con amplios documentos escritos por sabe Dios quien. Yo, joven aún escucho, analizo y siento.

Veamos, inician sus monólogos sobre política hinchando el pecho y hablando de la importancia de este poder y la ayuda que brinda, acto seguido, envueltos por un ligero asco y rechazo la describen con espantosos adjetivos y finalmente se sella el discurso con las siguientes palabras: “y si… así es la política”,tanta resignación como comodidad. Así, al contemplar ese mar de opiniones lo primero en salir a flote es el sin sentido.

En honor a la verdad no entiendo y no deseo entender la colección de incoherencias que escucho a diario, y me es imposible analizar una estupidez maquillada de sentido pero no puedo evitar sentir como consecuencia de todo lo dicho anteriormente: bronca, frustración y asco que dedico a los que trabajaron arduamente para cagarse sobre la real misión de la política y contribuyeron incansables, a la formación de seres descreídos de las buenas intenciones y resignados a las malas acciones. Por otro lado, a los descreídos "cansados" de su status quo que no hacen nada por creer ni por cambiar aquello en lo que no creen…la lastima no necesita ser dedicada.

Yo, joven aún, me uno al trencito de las opiniones respaldándome únicamente en lo que siento y digo: Llámenle política, politiquería, o pepito el malo, esto es en lo que se ha convertido y todos lo sabemos, así que no hace falta redundar en lo mismo cada día, en cambio, que tal si ampliamos la mirada y vemos a quienes hacen o desean hacer algo distinto a esto que “respetamos”, odiamos y alimentamos cada día. Les aseguro que los hay y espero que la “democracia” no se aplique a esto pues quienes se abren paso en contra de esta mierda apreciada como el oro no son la mayoría. Allí están mírenlos y respiren un poco de verdad que, porsiacaso, no es lo mismo que realidad y si tienen el coraje y el alma para hacerlo, únanse.

Atte. Un joven aún que escuchó analizó y sintió.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Entrevista sobre la palabra con "L" a un hombre poco cuerdo

Favor de leer bajo los efectos de la siguiente melodía:

Little fishes- Bryan Eno


Antes de iniciar esta entrevista pendiente, permítame hacer de su conocimiento los temas no a tratar en mi presencia; el primero es el segundo, el segundo es el tercero y el tercero el primero... ¡Ah! Lo olvidaba, por ningún motivo proponga como tema de conversación a la locura.

¿Por qué? (Risas) Buen amigo, permítame explicarle: En mi hogar. ¡LA LOCURA ES UNA VISTANTE POCO GRATA, LA LOCURA ES UN TABÚ! Y como todo tabú que se respeta debe prohibirse. Bueno dicho esto, creo que podemos continuar.

Tome asiento por favor y, sentado, tome el té. ¿Te dije ya que el asiento te ha tomado? Espero no le incomode merendar de noche; sólo comparto las meriendas con mis amistades y el día no es mas mi amigo, el muy insolente se toma la atribución de sacar a la luz cosas que no le corresponden y no tolero la indiscreción.

Supongo que querrá saber algo de mi niñez. Sepa usted que en mis épocas de infante viajaba constantemente; un día podía estar en África recolectando hojas y otro día bailando en algún carnaval andino, pero casi siempre estaba en Suiza hablando de filosofía con las vacas -Son tan cultas- y, bueno, con sólo cerrar los ojos me encontraba en donde quería. Además, podía respirar bajo el agua y hasta volar, pero sepa usted, está probado científicamente que cuando uno envejece olvida como hacer cosas extraordinarias. ¿Amigos? Por supuesto, tenía muchas amistades... ¿Ah? Claro que recuerdo sus nombres, yo mismo se los puse después de hacerlos; eran de papel, excelente material para un amigo. Ya saben lo que dicen: “El papel aguanta todo”. ¿Qué pasó con ellos? Bueno ya le dije que la-palabra-con-“L” no es de mi agrado. Ellos me la repetían constantemente, así que los quemé. Igual estábamos en invierno, no les vino tan mal.

¡Espere! Baje la voz, la voz le tiene miedo a las alturas y además, si hablamos alto, me puedo escuchar y, aquí entre nos, yo no sé guardar secretos… Pero no lo comente, es un secreto. ¿Cómo que es una locura? ¡¿CÓMO QUE LOCURA?! ¡¿QUÉ DIJE SOBRE LA-PALABRA-CON-“L”?! Perdoné usted que levante la voz, pero tanto tiempo estar sentando hasta a ella la adormece.

¿Alguna vez ha visto una vaca? Yo tengo una pero salió comprarse botas nuevas. Aunque no lo parezca, las vacas son mejores personas que los seres humanos. Van a paso tranquilo por el mundo sin hacer planes estúpidos, escuchan mucho y hablan poco. Además, no se preocupan por su peso ni por sus manchas; que, por cierto, combinan con todo menos, claro está, con la-palabra-con-“L” y, a falta de dedos, tiene sus ubres que son incluso mejores. ¿O acaso sus dedos dan leche? Lo imaginé, pero pierda cuidado, los míos tampoco... Ah, pero lo mejor es su mirada; es tan tierna y sincera que hasta parece la de una vaca.

¿Le pasa algo? Por un momento me pareció que me imitaba... (Risas) Pero bueno, finalmente, quién puede estar seguro de lo que ve siendo de noche. ¿Gusta galletas? ¿No? Bueno, ellas tampoco gustan de usted... Ah, pero no vaya a pensar que lo digo yo... Si lo dijeron ellas, son muy antisociales. Sepa usted, se las compré a un panadero y, las pobres que lo veían como un padre, quedaron huérfanas y desilusionadas de las personas... Es que figúrese usted. ¿Dónde se ha visto que se venda a los hijos por dinero? Aunque bueno, aquí entre nos, yo creo que el panadero estaba enamorado... ¿De quién? Pues del dinero, obviamente. Es cosa muy frecuente en estos tiempos; gente que vende hasta su alma a cambio de unos minutos más a lado de su preciado dinero. Sin duda conmovedor.


Claro que tengo padre ¿Quién no? Sepa que mi padre, era distante, frío en extremo y de mente cuadrada; casi un cubo de hielo. Fácilmente hubiera podido caducar bajo el sol. De hecho, murió deshidratado en el desierto. ¿Mi madre? Sepa usted, ella no se encuentra en éste momento; fue a comprar chocolates y medicamentos. Seguro que no tarda, es cosa de esperar un par de años más.

¿Si me he enamorado? Una sola vez amigo mío. ¿Puedo llamarlo amigo verdad? Ya sé que no es de papel, pero me siento tan identificado con usted que deseo nombrarlo oficialmente amigo mío. Y sepa usted que si le escucho decir la-palabra-con-“L”, de ninguna manera lo quemaré; más bien, lo decapitaré sin compasión. Sepa amigo mío que los tiempos han cambiado y ahora andar quemando cosas daña al medio ambiente, y yo soy incapaz de dañar a alguien pero bueno, no nos vayamos por las ramas que a los árboles les fastidia ¿O a usted le gustaría tener a dos desconocidos trepándose en sus brazos mientras toman el té? En fin… Como decía, me he enamorado una vez solamente. Para la gente, ella carecía de importancia. Sepa usted amigo mío que la gente suele catalogar como irrelevante las grandes cosas de la vida. Para mí, sin embargo, era preciosa, de una tranquilidad imperturbable y fortaleza inigualable. Fue como si el destino la hubiera puesto en mi camino. Lamentablemente, amigo mío, nuestros caracteres eran incompatibles; yo soy un personaje frágil y sensible, ella solía ser áspera y dura conmigo; imperdonable. Sepa usted, amigo mío, que el hecho de ser una roca no le daba derecho de tratarme de tal manera. Sepa usted, además, que mi vaca me ha contado que aquella roca ahora pasa sus días al pié de un árbol; tranquila e imperturbable como de costumbre... Como si nada hubiese pasado entre nosotros, como si su servidor sólo hubiera sido para ella una piedra en el camino. (Llora un poco) Perdonará usted a éste par de lágrimas que escapan por mis ojos… Sepa, amigo mío, son claustrofóbicas y no hago más que ayudarlas.

Me va perdonar la insistencia pero ¡NO ME GUSTAN LAS IMITACIONES Y USTED, AMIGO MÍO, ME ESTÁ IMITANDO! Pero bueno, su presencia me agrada tanto que pasaré esto por alto. Pero qué tarde es. Sin duda el tiempo se pasa volando... ¡Mire! ¡Mire! ¡Ahí va! Siempre vuela por estos lares. Sepa usted, amigo mío, que antes tenía al tiempo en una pequeña jaula azul en la terraza, pero cuando el tiempo permanece en un sólo lugar, pese a que los días pasan, no es feliz... Así que lo dejé libre.


Déjeme darle una buena nueva, amigo mío. Después de haber entablado tan bonita relación, sería una injusticia de mi parte no contarle lo que le contaré... ¿Quiere saber por qué la-palabra-con-“L” me produce tremendo malestar? Tomaré su silencio como un “sí”.
La-palabra-con-“L”, amigo mío, es lo más bello y lo más horrible que tengo en este mundo; lo que más amo y lo que más odio; lo único capaz de devolverme aquello que el mundo "cuerdo" le arranca a todos al nacer: La libertad, la genialidad y la irreal realidad. Sin embargo, la-palabra-con-“L”, es también la única capaz de desgarrarme las entrañas, llenarme de angustia y privarme del calor humano. Es un don que te condena a ser condenado por los demás. Sepa usted, amigo mío, que por eso vivo en este rincón del mundo; disfrutando de los beneficios de la-palabra-con-“L”, pero negando con todas mis fuerzas aquello que, en lo profundo, pudiera lastimarme. Esa es la razón de mi actitud. Puede pensar que es una locura y decirme loco, pero sepa amigo mío, que tendría que matarlo y aún no ha terminado su té.

Ay, amigo mío, sepa usted que aún sigue imitándome... ¡Continúa imitándome! ¿Acaso se burla usted de mí? Lo estoy viendo ¿Me toma por un loco que ve cosas donde no las hay? ¡DEJE DE IMITARME! No pretenda ser una replica mía. Sepa usted, u
na réplica se parece a la verdad, pero es una mentira. ¡¿Por qué continúa imitándome?! Ser un espejo no le da el derecho a imitarme de esa forma. Habrase visto semejante insulto. Es usted como todos esos cuerdos que se creen superiores a mí, pero ni usted ni ellos superan a su propia y oscura locura porque ni siquiera saben que la tienen. Y sepa usted, amigo mío, que, por si no ha quedado claro, no es más mi amigo. ¡Así que retírese de mi retirado rincón! Pero antes termine su té amigo mío.


domingo, 3 de octubre de 2010

La marca de la bestia y la marca de las bestias

Salí de mi casa sin prisa, en medio de un domingo nublado y frío, que de no ser por el tráfico vehicular y peatonal, hubiera sido un típico domingo enmarcando la pérdida de mi virginidad electoral y la revelación casi apocalíptica que relataré a continuación.

Dando pequeños saltitos al antojo de los sobeteos de la autopista deforme y el micro en el que estaba de pie, me dirigía a mi centro de sufragio. Contemplaba sin mirar, el paisaje urbano mientras pensaba que a diferencia de mi cédula provincial, la regional sería adornada con abstractos dibujitos y onomatopeyas acordes a mi estado de ánimo; de pronto una mano imprudente que se aferraba a las agarraderas del micro me sacó del trance y me percaté de la marca...

Casi todos la tenían, el conductor y su respectivo cobrador, el señor cuya cabeza rebotaba rítmicamente en la ventana mientras dormía , la señora que sobre sus faldas tenía a su niño regordete para no pagarle pasaje, los universitarios incapaces de ceder el asiento a la vieja con ínfulas de diva marcada también; incluso afuera, gente desconcertada que esperaba quien sabe qué en cada esquina tenían ya la marca; cientos de manchitas moradas posadas sobre los irresponsables dedos de una población que cree estar apta para votar...

No me había dado cuenta antes que aquella salpicadura de tinta que irónicamente se extiende en la superficie de un dedo medio (mayor de edad por supuesto) era una marca que significaba más que un "He votado". Y ya que la democracia nos empuja a la generalización y en el contexto peruano, a la justificación de las malas decisiones de una mayoría manejable, generalizaré:

He aquí la electoral y morada marca de la bestia, que a colocado a millones en el equipo de un grupete de aspirantes a diablos que seducen al ritmo de una cumbia de moda y sesgan su "santidad" con endemoniadas sonrisas y regalos que antes colgaban de un árbol prohibido.

Y aquí estoy en un intento de fila india para sufragar, esperando un turno demás, pues la gente no me respaldó cuando increpé al ente con zapatos de tacón que clandestinamente ingresó en la cola; y preguntándome, como es que millones de personas han convertido el símbolo del voto responsable en algo tan básico como la marca de las bestias, y es que han votado como bestias domesticadas, cachorritos que se persiguen la cola esperando a que su amo le de un deliciosa galleta en recompensa.

Afortunadamente al igual que la democracia, las generalizaciones no son saludables, menos absolutas y al igual que yo en "mi primera vez", muchas personas no están dispuestas a hacer de su voto un acto de inconciencia o vana conveniencia y votarán por quien lo merezca, que si los hay, o simplemente no votarán… pero se negarán a convertirse en parte del rebaño bestias marcadas que siguen por seguir a mal ensayados anticristos.

Ya en la urna de sufragio inauguro mis facultades electorales, he votado, he viciado un voto y elegido un NO; salgo entonces con la marca morada que aunque se vea igual a las de la mayoría significa algo distinto porque realmente significa algo.

sábado, 2 de octubre de 2010

Caminante a solas cambia caminante

Mi reflejo se ha convertido en un absurdo sin identidad; el molde de un hombre promedio que no espera, una mirada atrapada en un ciclo que debe concluir y que seguramente no se sabe nacido. Mi reflejo es seguramente el resultado de alienantes rutinas que deseo abandonar.

Caminante ¿qué carajos haces sentado frente a la pantalla?

Es hora de charlar con aquel libro turquesa, jugar un poco con el viento, perseguir al ocaso que insiste en evitarme, cambiar mis colores, sudar un poco, y gritar pero esta vez... no será en silencio.

¿Cómo me puedo sentir atacado estando en medio de un desierto? ¿Cómo puedo sentirme vigilado por ciegos?.

La formación de mi propio status Quo me está convirtiendo en un coleccionista de malos hábitos, en un deposito de emociones sin forma y en un iceberg cansado, de cabello perdido y sonrisa amarilla.

Caminante enrutinado ¿ no necesitas estar solo hoy?

La compañía me perturba me distrae y en cierto modo alimenta la rutina que quiero romper. Un momento a solas por favor; las orugas no entran de a dos al capullo ¿o si?. Necesito un filosófico y banal cambio, entrar en un capullo de los tantos en los que se entra a lo largo de la vida y salir sintiéndome yo e iniciando un ciclo distinto.

Caminante, no jodas mas y vete a caminar que tu reflejo es el horizonte y tu capullo es el camino.


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