Fueron las olas de un mar anónimo quienes escribieron en las plumas de un par de gaviotas distraídas la historia que el viento omnipresente leyera para luego soplármela suavemente al oído una noche igual a todas.
A la orilla de una playa lejana yacía una roca que pasaba los días perdiendo su mirada en el horizonte esperando algo a lo que llamaba "El gran suceso de su vida". El tamaño de aquella roca solo podía ser superado por la soledad a la que ella misma se había condenado al dejar de hablar con otros seres y de contemplar el mundo a su alrededor, temerosa de dejar pasar aquello que con tantas ansias esperaba.
Cierto día las olas que nunca descansan trajeron de mares desconocidos uno de los muchos seres que suelen traer dejándolo sobre la solitaria roca que no esperaba ni deseaba una visita.
-¡Oye tú, quítate de mi y vete a otro lugar, la playa es inmensa! - Increpó al roca a la recién llegada visitante era nada más y nada menos que una estrella de mar que sorprendida por la reacción de la roca intentó explicarle que le era imposible obedecerla.
-Lamento no poder irme de ti; yo no escojo los lugares a los que llego, eso no depende de mí, si no de la fuerza de las olas, la velocidad del viento o del azar, quien sabe.
La estrella de mar que había reposado antes en otras rocas no entendía lo que sucedía hasta que finalmente la roca le explicó la razón de su molestia.
-Tu presencia podría distraerme y eso es terrible porque podría dejar pasar "El gran suceso de mi vida" y como entenderás eso es muy importante para mí.
Durante toda su existencia la estrella nunca había escuchado de ese gran suceso pero al ver lo importante que era para la roca, prometió evitar distraerla hasta que las olas, el viento o el azar decidieran llevarla a un nuevo destino.
Una noche, tras haber acompañado a la roca durante algunas semanas una intensa ola se llevó a la estrella de mar; la roca que se había acostumbrado a su presensia, lamentó su partida pero sin perder el tiempo se concentró nuevamente en la espera de "El gran suceso de su vida"
Y así durante incontables años dejando atrás incontables días e incontables noches, la roca siguió esperando "El gran suceso de su vida", Aquel acontecimiento que marcaría y cambiaría su existencia para siempre, aquel evento que bien valía tanto tiempo de soledad, aquel suceso que aún no llegaba.
Un día debido de las fuerza de las olas, la velocidad del viento o el azar, arribó a la orilla de la playa un visitante que la roca reconoció inmediatamente como aquella fugaz compañera de hace incontables años, la estrella de mar.
- Pensé que nunca mas te vería por aquí- dijo la roca sin poder disimular su emoción; mientras que la estrella mirándola desconcertada por tanta familiaridad finalmente dijo -Yo no elijo donde llegar, eso depende de las olas el viento el azar.
-Lo se, respondió la roca, dijiste lo mismo hace incontables años, la última vez que estuviste en esta playa.
La estrella se sorprendió entonces-¡No puedo creerlo! ¡¿Acaso eres tú la roca que esperaba "el gran suceso de su vida"?!
-Por supuesto, me estas viendo ¿o no?, la roca no entendía por que la estrella actuaba así.
-Claro que te veo pero no te he reconocido. Luces completamente diferente casi tanto como esta playa. Definitivamente "El gran suceso de tu vida" ya ha pasado por aquí.
En ese momento, al escuchar las palabras de la estrella de mar la roca se contempló así misma y a su alrededor y grande fue su sorpresa al descubrir que a lo largo de su vida la fuerza de las olas, la velocidad del viento ¿y por que no? la azar la habían cambiado al igual que todo lo que la rodeaba y que cada minuto que pasaba continuaba aquella transformación que finalmente era “El verdadero gran suceso de su vida”. Entonces y sólo entonces la roca que esperaba entendió aquello que debió entender hace incontables años.
Entonces y sólo entonces yo entendí que realmente esta era una noche igual a todas, igual de valiosa y trascendental que todas las noches y todos los días que finalmente forman parte de “El gran suceso de mi vida".
Wasted hours- Arcade Fire
