sábado, 23 de abril de 2011

Temas varios que necesitan refugio

Me avergüenza haber dejado el refugio sin habitantes y haber negado la necesidad de escaparme de mi mismo. Lo lamento.

Hoy no hay tema, tal vez nunca hay tema o quizás hay varios temas hoy. Como por ejemplo esta extraña sensación de envejecimiento: "Tengo un corazón de diecinueve años que se siente de cincuenta", quise decirlo en voz alta pero me apenaba hasta susurrarlo en mi mente. No recuerdo cuando sucedió y a decir verdad, no lo siento como un terrible suceso, de hecho, no lo siento y eso lo que me disgusta; andar en neutro por la vida no te hace neutral ante ella. ¡Quiero mi juventud de vuelta!, bueno, creo que quiero mi juventud de vuelta aunque no sepa como buscarla o mas bien tenga pereza de hacerlo. Creo que lo que quiero, es verla llegar hacia mi y que entonces diga: "te he estado buscando, aquí estoy". Sí, eso sería muy romántico, sin embargo eso implicaría que sea romántico en agradecimiento y no se como hacer eso.

Debería gritar hasta ser escuchado o sólo gritar por gritar ¿Cómo es que puedes estar lleno de gritos pero vacío?, creo que los gritos se vuelven pesados al mezclarse con el viento, por eso dentro de ti son nada y fuera hasta pueden lastimar de lo pesados que son. Hace unos meses que vengo conociendo gente igual o más vacía que yo y hace unos días me cansé. Es interesante intentar una conexión con alguien vacío, sobretodo en la cama, que no siempre es una cama; pero sólo cuando ambos son concientes de lo vacíos que están y eso no pasa muy seguido. Hay veces en que crees tener el poder para usar los cuerpos de los demás como un pañuelo desechable, la sensación de poder es ligeramente refrescante, sólo hasta que descubres que el pañuelo desechable eres tú; afortunadamente eso tampoco sucede muy seguido.

Quisiera conseguir un perro, se llamaría Gulliver o Italo y sería mi compañero de viaje porque, por si no lo he mencionado, quiero viajar. A veces cuando camino por la calle o imagino que camino por la calle, suelo ver un perro a mi lado, me sigue a donde vaya, yo le hablo y hasta me arrodillo para que bese mi rostro, a veces es un beagle, otras es un labrador, una vez fue un perro viringo peruano;sin embargo, mi creatividad va mas allá e imagino que no tengo dinero para comprar un perro ni para alimentarlo ni para comprarle una casita con techo azul, porque las casitas con techo azul se ven muy bien con los perros; luego me doy cuenta que no imaginé esa parte y que realmente no tengo recursos para tener un compañero, y no me refiero únicamente al perro.

He dejado de morderme las uñas, bueno algunas. Hay una uña que es la culpable, es que después de haberla mordido tanto nunca queda bien entonces intento arreglarla y no puedo, entonces cuando me doy cuenta ya mordí 5 o 4 uñas más, mis uñas claro. Debe ser como ciertos problemas de la vida; intentas arreglarlos y sólo consigues hacerlos ver peor; puede ser que al igual que con las uñas ,la solución sea usar la herramienta correcta para arreglarlas, es decir, una tijera para uñas y no tus incisivos o simplemente dejar que pase el tiempo hasta que nuevamente se vean bien; si, esa parece una buena solución. A no ser que muerdas tu vida o tus uñas por ansiedad porque la ansiedad es cosa de locos, y de gente con miedo a la locura, también de gente que se hace amiga del estrés pero bueno, no soy nadie para criticar las amistades ajenas, así que no ahondaré en el tema.

Ya me siento mejor. Creo que visitaré este refugio mas seguido, tengo mucho de que protegerme y tengo mucho para proteger.


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